Las estufas de exterior más usuales son eléctricas o a gas.
Su uso se extendió con la prohibición de fumar en el interior de locales. Esta prohibición generó la expansión masiva de este producto provocando que sean un objeto
cotidiano en las terrazas de bares, restaurantes, discotecas y todo tipo de negocio.
Más allá de este uso también empresarios las sitúan en zonas habilitadas para ello en paseos marítimos, calles,... proporcionando a los clientes de los locales un punto de
calor cercano para evitar así que estos se vayan a otra ubicación para fumar o alejarse del bullicio interior.
Otro uso muy extendido, a nivel particular, es para calentar patios, terrazas, jardines o para pasar noches de camping más agradables como accesorio para la caravana.