Acero galvanizado:
El acero galvanizado se obtiene realizando un proceso electroquímico. Se realiza para añadir una capa a la chapa de acero que la proteja frente a la corrosión.
Es el acabado menos duro y el más económico. El hollín, la sal (cerca del mar) y las inclemencias del clima hacen que esa capa se deteriore y la chapa de acero entre en proceso de oxidación.
Es un material poco duradero para las estufas y chimeneas, sin embargo, para respiraderos es una buena opción ya que nos durará más.
Acero vitrificado:
Mediante un proceso químico se le añade una capa más al acero galvanizado. Con ello obtenemos un acabado brillante y liso que protege y hace que el tubo dure más.
El acero vitrificado protege de la corrosión, químicos, no se decolora, es ignifugo, soporta más de 700 grados y los choques térmicos y es fácil de limpiar.
Es una clara mejora del acero galvanizado y nos dará más años de duración aunque, con el tiempo, finalmente la corrosión llegará a la chapa de acero interior.
Suele ser el más usado para instalación de chimeneas por su color negro y relación entre durabilidad/precio.
Acero inoxidable:
El acero inoxidable es un tipo de acero que, en su elaboración, se mezcla con otros materiales como puede ser el carbono, dando como resultado un material muy resistente a la corrosión, brillante y fácil de limpiar.
El inoxidable no es una capa protectora como ocurre en el galvanizado y en el vitrificado, es todo acero inoxidable como material.
El acero inoxidable nos brinda una protección extra y es, sin duda, la opción más interesante (también la menos económica) sobre todo en exterior.
Aislante de doble capa:
El aislante de doble capa no es un material simple, está formado por varias capas de material y su función es evitar el enfriamiento del tubo, la condensación y asegurar uniones perfectas.
Está formado por un tubo interno normalmente de acero inoxidable para darle más vida frente al hollín, una capa de lana de roca para evitar la condensación y proteger del frio exterior y un tubo externo que puede ser de diversos materiales, siendo el acero inoxidable el más recomendado.
Es la opción más cara para tubos y codos, pero es la mejor opción para exterior ya que:
- No genera condensación.
- Mantiene la temperatura interna, evitando problemas de tiro.
- Las uniones son perfectas.
- El interior de acero inoxidable asegura mucha vida útil.
Una elección de calidad en sus accesorios de instalación para su estufa o chimenea le asegura el mejor rendimiento de la misma y una duración excepcional.