Las herramientas manuales, por lo general, suelen ser las más económicas frente a las eléctricas, a batería o con motor de combustión, pero no por ello debes descuidar su calidad. Unas herramientas de mano de calidad aseguran la inversión durante mucho tiempo y hacen más cómodo el trabajo a realizar al estar mejor conseguidos tanto sus materiales como la ergonomía al usarlas.