Una estufa de gas o catalítica es una solución cómoda y práctica para tener un sistema de calor eficiente en nuestro hogar. Su uso en exterior también las hace muy prácticas
para aquellos rincones de la terraza o jardín donde la electricidad no llega. Este tipo de estufas son económicas y generan más potencia calorífica que los sistemas eléctricos,
consiguiendo más eficiencia y calentar más rápido la habitación.
Su característica llama azul viene dada por la combustión del gas con que se alimenta, generalmente butano. Es importante asegurarnos de que, en interior, no permanezca
demasiadas horas encendida o de ventilar regularmente la habitación.
Su principio básico de funcionamiento es la combustión del gas, que se realiza en el quemador de la estufa. Esta combustión usará, para producirse, parte del oxígeno de la
habitación convirtiéndolo en dióxido de carbono.